domingo, 7 de febrero de 2021

GPS (grandes perdidas sociales)

 

Y es que para ella ya había empezado -más pronto de lo que suele llegar -ese gran abandono de la vejez, que está preparándose a morir, que se envuelve en su crisálida, dejación que se puede advertir allá al fin de las vidas que se prolongan mucho, hasta entre amantes que se quisieron profundamente, entre amigos que estuvieron unidos por los más generosos lazos, y que al llegar un año dejan ya de hacer el viaje o la salida necesarios para verse, no se escriben y saben que no volverán a comunicarse en este mundo.

En busca del Tiempo Perdido. 1. Por el Camino de Swann (Marcel Proust)


Aún estaba dándole vueltas a cómo iba a plantear esta entrada al blog (aún sabiendo lo que quieres contar es importante como contarlo) me acaba de llamar una amiga de Castillo de Locubín (pueblo cercano al mío) y me ha recordado lo mucho que llevamos sin darnos abrazos, de los apretaicos ha dicho ella, de los de verdad. Yo le he contestado que ese año sin mostrar esa afectividad mediterránea intrínseca a nosotros nos pasará factura. 

Ya de por sí es super complicado conservar una buena amistad un largo periodo de tiempo, por mucho que te digan el topicazo ese de los buenos amigos siempre están "ahí", más ahora cuando por causas de fuerza mayor este escarmiento que nos está dando la naturaleza en forma de virus como castigo por toda la sobre explotación que le hacemos nos tiene separados a los pocos que nos queremos sinceramente. A esos que los abrazos no los venden, los cuidan, los seleccionan según su sinceridad, su necesidad, su calor y su efecto.

Resumiendo y no me extiendo mucho más esta mañana pues creo que tengo falta de agua fría en los ojos y en la cara y de hidratación interna, he echado siempre mucho en falta las grandes amistades, fuertes de corazón, que por hache o por be se han separado de una forma silenciosa, sin dejar muchas miguitas de pan para reencontrarnos allí o aquí y dejando vacíos internos que guardo siempre "por si acaso..." Pues imagínate, añadido a eso, las amistades que sí que están, que sí que te miran de espaldas de frente y de lado, que sí que cuentan, tampoco podemos estar regándolas continuamente este año en forma de abrazos, risas frontales, copas de vino, tardes de sol, etc... por culpa "der bichaco" este. 

Sé que esta ausencia, ya prolongada en demasía costará regenerarla, pero también confío en la fuerza de la amistad, en la capacidad del ser humano para reinventarse y en el poder de una tarde sin relojes rodeados de amigos que rien por el simple hecho de estar bien. 

Os hecho de demos a todos. ¡SEGUIMOS!




1 comentario:

LA CASA ENCENDIDA dijo...

Este virus nos está mostrando como bien dices, el daño que le hemos causado a la naturaleza y nos va a dejar marca, eso tenlo por seguro, sobre todo, a los que nos importa la vida del de enfrente, a los Trump por supuesto, no. Y la amistad de verdad, seguro que perdura. A lo largo del tiempo, la vida nos demuestra que amigos de verdad, suelen haber muy poquitos. De los dedos de una mano, te pueden sobrar unos cuantos, pero a los que nos damos cuenta que esto afecta y es pura obra nuestra, puede que podamos rescatar alguno y esos abracicos que tanto echas de menos, pasado algún tiempo, este que tan eterno se nos está haciendo, los puedas recuperar o si no recuperar, conseguir los más deliciosos porque los darás con conocimiento de causa y no por pura costumbre o protocolo de convivencia. Me ha gustado mucho y la canción que no la conocía, ha sido un verdadero regalo.
Muchos besicos Raul!!