domingo, 22 de marzo de 2020

LO QUE VEO




Llevamos una semana larga de "confinamiento" para intentar frenar la expansión del coronavirus.

Mucho artículos hemos leído. Muchas opiniones, muchísimas; a pie de mostrador, de primos enfermeros que ... de amigos médicos que, de tal o cual medio, cientos de opiniones de esas personas que "lo saben tó" y luego las que nos filtran los gobiernos y ministerios como oficiales.

Imposible hacerme mi propia idea de este castigo que la tierra, su naturaleza y composición nos está dando a guantá limpia. 

Me quedo con el optimismo. Ya queda menos para que la cifra de contagiados y muertos comience a menguar. Ya queda menos para salir de esta niebla incierta que nos tiene acojonados y recluidos en casita (a algunos) y jugándonos el tipo a algunos profesionales de atención directa a las personas a otros. Los sanitarios se la juegan a cada paciente, pero es que no estamos tampoco muy exentos los de mi sector. Trabajo en una tienda de alimentación (de las de toda la vida, sin ascensores ni escaleras mecánicas) y el trato personal que hacemos con cada cliente, trato que siempre ha sido un placer y una gran ventaja, se convierte estos días, por desgracia, en una navaja afilada para nuestra salud.

Como ya sabemos, este virus, no es como cuando te partes un brazo y te vendan o escayolan, ni, por ejemplo, cuando un niño pilla la varicela o algo asi notable físicamente a simple vista. Puede que tú ya hayas estado en contacto directo con alguien que lo tenía y ya estés contagiado o puede que ya lo hayas pasado y te sientas sano y, como dicen los expertos, en esas dos semanas posteriores se lo pases a alguien. En fin, un putadón estar ahí en primera (o segunda) línea de batalla.



                         
                     Enfrentarse a la realidad cara a cara, entenderla, convivir, y SEGUIR EL CAMINO.



Llego muchas noches a casa y veo los cientos de recomendaciones para hacer estos días, leer más, maratones de series, nominaciones encadenadas con fotos o retos en redes sociales, algo de ejercicio físico casero, etc. En fin, desde mi perspectiva, llego a casa tras una mañana y tarde intensísima (psicológicamente hablando) después de haber llevado decenas de pedidos a domicilio a pisos y casas, muchos de ellos (en mi caso) a personas mayores que, te abren la puerta de su rellano con cuidado, o directamente te piden que les pongas las cosas en el ascensor, que procuran no tocarte en ningún momento de la transacción, que están pagando por primera vez con sus tarjetas de crédito por que ya les han advertido que es mucho mejor, por higiene, no tocar el dinero en metálico y que, SOBRE TODO, te muestran una sonrisa, una mirada de ilusión por verte, por saber que cuentan contigo, te dicen "cuidate mucho" y tu les sonríes o intentas sonreír y les contestas que se cuiden ellos, que esto pasará, que saldremos de esta, que aguanten, que no salgan para nada.
ES DURÍSIMO. 

A veces he tenido relojes de esos analógicos pero con una agujilla pequeña que va marcando las décimas de segundo (creo que es) y ves como la aguja va super rápida y te parece que mirándola el tiempo está pasando más deprisa. Pues esto es lo que pienso cuando vuelvo triste, tragando saliva de impotencia, tras cada pedido a domicilio que llevo. El tiempo pasará y esto quedará atrás. No sé si aprenderemos o no la lección, la historia me dice que no. Pero replanteará el estilo de vida egoísta, depredador, consumista extremo y despreocupado que llevamos.

Con poco más que comentar, desde mi incertidumbre y con toda la esperanza del mundo en la humanidad, en mis vecinos, en que por una vez nos tomemos todos a una algo en serio, sin repartir hostias hacia un lado ni hacia otro, aunando esfuerzos y siendo solidarios. Aguantad estas semanas duras que vienen, "dicen" que sobre todo ésta próxima y NOS VEMOS PRONTO EN LAS CALLES. 

La tierra nos ha dado un escarmiento, pero también nos vuelve a dar un nuevo voto de confianza tras esta crisis. Hagámonos dignos de esta confianza que sigue depositando en nosotros tras haberla traicionado, explotado e ignorado tantísimas veces. 

#QUÉDATEENCASAQUEYAIRÉYO #UNIDOSVENCEREMOSALVIRUS


3 comentarios:

Rocío dijo...

Me he acordado de vosotros estos días, de la imprescindible labor que realizáis.

Mucho ánimo y adelante!! Todo esto pasará y lo recordaremos juntos como un mal sueño.

ruyelcid dijo...

Intento ser todo lo positivo que se puede ser estos días, va con mi ser, pero...


Gracias por los ánimos Rocio. Estamos y estaremos ahí siempre que podamos.

Pilar Gámez dijo...

Ay, Raúl. La historia ha dicho que no muchísimas veces, y esta me temo, que será otra más. Al final, los únicos héroes en esto sois vosotros, los que estáis en la calle no dejando que nos falte de nada. Eso es lo único bueno que va a quedar de esto. Un beso entero, que hace mucho que no nos vemos. Bon courage!!