domingo, 15 de enero de 2017

Lucas Vs Charles Darwin (The Final Battle)



Llevábamos días hablando de aquella charca. Había sido un final de invierno muy lluvioso y no podíamos evitar quedarnos allí plantados unos segundos, en silencio, dándole tralla a la imaginación, cada vez que pasábamos por aquella esquina.¡Aquello era un auténtico biotopo local justo al lado de nuestras casas y en nuestro paso diario al insti.

- ¡Hoy lo hacemos!-  les dije a mis compañeros de fila en clase  - hoy nos subimos a penúltima, total, tenemos que recuperar este trimestre de biología en Junio, si o si! - ¡Vale, vale!- Dijo Pedri sonriendo y evitándo que le calentara la cabeza con el asunto el resto del día para convencerlo. - ¡Si os vais los dos no me voy a quedar yo aquí solo! (se refería Che, a solo del tríptico apocalíptico que formamos en penúltima fila de clase los tres)- Y, efectivamente, cual pandemia global se tratara, se hizo el vacío en clase a altura de nuestras mesas, y yo creo que eso lo notaban, más que todo, por el silencio qué regalábamos en nuestras ausencias.
Creo que hasta el profesor nos veía bajar las escaleras de aquel COU de pega, al que fuimos exiliados al entrar la ESO y reventar el aforo de nuestro instituto de siempre, pero el pobre buenazo aquel suspiraba y seguía su camino a clase como si no se percatara del percal.

Total, que allí estábamos las tres patas pa un banco, mirándo el escaparate de aquella tienda de mascotas que había enfrente de las estación de autobuses y eligiéndo al afortunado próximo ex-reo branquiado. Yo, era el que menos vergüenza tenía, de siempre, jejeje.. Y fue elegido el portavoz de la operación "Willy Comía All-Brans". - ¡Dadme el dinero!- creo que fueron unas 250 ptas. lo que nos costó el pez.
El dueño de la tienda de mascotas, se nos quedó mirando a los tres artistas, cargados de fotocopias desordenadas, saliendo de libretas (blocs) de enésima mano (propias de buscar siempre la vía rápida a nuestras ausencias en clase... ¡Vivan las fotocopias pedidas a los que van!). Creo que aquel hombre ya intuyó que el destino de aquel pez no iba a ser una lujosa pecera con coralitos que brillan en la oscuridad y forman mini-cuevas para su diversión. Nos puso aquella cosilla anaranjada con ojos demasiado inquietos, tal vez por su repentina mudanza, en una bolsa de plástico con agua y nos dío un simple "hasta luego" mientras se giraba rápido, no queriendo saber mucho más de lo que allí se pre-cocia. Me quedé con ganas de pedirle el tickets, no vaya a ser que aquel especimen no cumpliera nuestras espextativas...¡jajajajaja...!

Y, henos allí a los tres científicos exprés. Sabedores, sin tener que mediar palabra, de lo que pretendíamos hacer y con una absurda esperanza de que la realidad lógica pura y dura tuviera un pequeño desliz de entropía evolutiva. - ¿Cómo lo vamos a llamar?- Preguntó Pedri, tal vez queriendo darle algo de amor a aquel desaguisado incongruente. Tras pensar un rato y proponer varios nombres chorras, acordamos llamarlo Lucas (que estaba muy de moda esos días gracias a chillidos de Chiquito de la Calzada, Florentino Fernández y esos humoristas que petaban los canales privados). Si, ese fue el chorra-grito de despedida que le dijimos los tres a aquel pececillo naranja cuando lo soltamos entre unos junquillos, que a duras penas sobresalían del alto nivel del agua que había creado el "monzón local" aquel año.
Dada la turbidez del agua de aquella charcaza tan solo vimos al avispado pez nadar flechado hacía adelante un par de segundos, y desapareció sin más.

Y a partir de aquel momento comenzó lo mejor de toda esta liberación; cutre, barata y llena de cabos sueltos...¡jejeje!  Las conjeturas; confabulaciones, hipótesis, teorías y otros disparates que chocaban de lleno con lo que nos vendían en nuestros escasos apuntes de biología.
Ya sentados, en el Bar de Pepe (intituto instituto, no el cutre parche de las afueras al que nos mandaron) comenzaron nuestras primeras teorías sobre Lucas. Comenzó Pedri, que para mi que era al que más le pesó desperdiciar aquellos 20 duros jugando a ser dioses (fusionando evolucionismo express con creacionismo in situ. Si el pez hubiera tenido costillas.... jijijijiji) - La única manera de que sobreviva es adaptándose rapidamente a esa nueva delimitación geografica de vida, mucha más amplia que la pecerucha donde vivía y que lo que coma no esté demasiado contaminado o sucio para él. - dijo el intelectual - Yo creo que dos o tres días aguanta bien, el resto dependerá de si evoluciona o no (pobre Darwin... tanto estudiar y sacar teorías, para que en unos segundos te las tumbemos tres repetidores de COU de tres al cuarto...) - Che no decía nada... - ¡Estáis chalaos! - resopló entre murmullos un par de veces.
Esa misma tarde, ya cada uno en nuestras casitas, vimos como en un santiamén el cielo se despejó, y los nubarrones y lluvias que habían caído sobre Alcalá las últimas tres semanas, se convirtieron en minutos en un solatín propio de primavera. Creo que a los tres, lo primero que se nos pasó por la cabeza al mirar por la ventana de nuestras habitaciones, mientras hacíamos amago de aprendernos el ARN o el ADN para la recuperación de biología, fue... - ¡Vamos Lucas tu puedes... EVOLUCIONAAAA!

Jamás habíamos coincidido los tres a primera hora en clase, nuestra condición de vaguetes en demasía, jugaba con la aleatoreidad del tridente. Ese día, incluso unos minutos antes, estábamos allí sentados los tres, para sorpresa de muchos de nuestros compañeros de clase. - ¿Lo has visto, Pedri?- Le pregunté. - ¿Has visto cómo ha quedado eso?- ¡Si, si!- respondió... - Queda solo un pequeño charco en el centro, sin profundida apenas, el resto es todo fango y barro seco ya. - ¿Entonces? - Preguntó Che. Yo estaba escojonao de risa, nada más pensar las miles de formas que habría adoptado nuestro Lucas tras su repentina y obligada evolución.... ¡Jódete Darwin... que tuviste que estar años, de isla en isla, estudiándo unos pajarracos sin gracia y nosotros en dos días hemos dado alas al evolucionismo de choque!
Tal vez una especie de mini ancas en su parte infierior... -  pensaba yo - ¡Las branquias se podrían empezar a cerrar a la vez que se crearía un inicio de pulmón para trabajar con oxigeno!- dijo Pedri.... Che se reía, y con razón, de semejantes gilipolleces que estábamos soltando...
Pero allí estábamos los tres, a las 12:00, en nuestro paseo diario de un instituto a otro, plantados frente al mini charco ya; mirando sus alrededores y el propio charco, por si el milagro evolutivo había sucedido.

-----------------------------------------------------              -------------------------------------------

Cerrando ya este recuerdo jocoso, que nos acompañará para siempre, y creyendo que en algún bosque perdido de la sierra sur hay un ser anaranjado con pies pequeños y cuerpo regordete que continua arreglando, por su propio bien el caos evolutivo que liamos en un par de días, y que seguro que algún día vendrá a vengar semejante guillotinaje al que lo sometimos. Extrapolo y no paro de pensar si no somos, en verdad, todos unos LUCA(s), que un día, unos seres superiores sacaron de nuestro hábitat y nos tiraron en medio de un "planeta improvisado" para ver como cojones (ovarios para ellas) sobrevivíamos o moríamos en dichas condiciones. 


 

¿Sobrevives, evolucionas, te adaptas, planeas tu venganza ante esos E.T(s) cabrones?....

¡Voy a cenar, antes de que algún "adaptado" se coma mi tortilla de papas!


No hay comentarios: