viernes, 27 de febrero de 2015

TRUMANIZADO



   Hace unos dos días tuve uno de esos "momentos Truman" (por la peli) en los que, justo al pasar, me replanteé un sin fin de "empujones pendientes".

Volvía hacía mi piso atravesando el parque que hay justo detrás, y saludé a izquierdas a Fulanito de tal; a derechas a Menganito de tal y tal y en la esquina a Periquillo el de los palotes. De la misma forma que lo había hecho el día anterior y el anterior al anterior y como llevo haciendo ya desde hace demasiados "anteriores"...

¡Bufff... me agobió un montón ese momento...! <<¿En serio? ¿Ya está? ¿Aquí me quedo?... ¿Esto soy?>>

No puede ser... esto no es lo que quiero; esto no es lo que me sugieren las aventuras que leo, ni me alientan las películas, ni me muestran muchas de las personas que conozco... <<¿No es ya "no"? ¿No lo voy a transformar, ni siquiera en un "estoy intentándolo?>>

El relleno de mi chillona butaca de escritorio, las tejas de enfrente, el olor de una mirada de reojo materna, el peso del miedo, y muchas otras "cagarrutas" usadas como excusa me tienen aquí en un bucle "trumaniano" sin salida. A veces iluminado por mis "entresemaneos", y endulzado por mis parroquianos y sus "escupitinajos de sabiduría".


ELECCIÓN



 Creo que Christof me está ganando la partida... y está manejando mi barca hacía su puerto con continuos soplidos de rutina y confort.

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