Cada día; mes; estación, año y generación, me cuesta más y más. El chaval que desayunaba al acostarse cada fin de semana, que te acompañaba a casa, con o sin premio, para al volver estar otro rato más con quien quedara para de nuevo cerrar la noche, y lo que surgiera, está ya pensando en recurrir a recursos extraordinarios, preferiblemente naturales, para seguir mudando "su piel" cada fin de semana y dejar el grito abierto cada amanecer de cada sábado...
¡Trabajar, escribir, ver películas, leer, alternar en sociedad, escribir, leer, TRABAJAR, ver películas, rozar el verbo SER! cada día cuesta más y más y más...
Me mata, y abrasa por dentro la inquietud, el no tener tiempo para aprender más de las cosas que de verdad me atraen o me hacen sentirme más completo conmigo mismo... pero esta sociedad de valores y estatus en la que nos subastaron hace tiempo, nos hace que cada vez "elitisemos" más las cosas sencillas que nos hacen sentir bien.
Hace ya un tiempo que me siento vendido a mi clase, "conformado". Cada día la improvisación y el "trampolinismo" se me hacen más cuesta arriba; aunque aún tengo mis destellos de luz y autorrealización.
Tal vez por ello, cuando veo a jovenes que están agitando sus alas, aún sin saber que quieren hacer con ellas o, es más, si quieren tenerlas, les doy una patada de realidad y les aliento a que por lo menos hagan unos primeros vuelos; que despeguen aún golpeándose con todos los picos que van apareciendo a un lado y otro, y atravesando las neblinas más inciertas que jamás hayan conocido... Pero así, por lo menos, una vez hayan visto el verdadero potencial de su vuelo y decidido que hacer con él, no les quede el mal sabor de boca de ni haber despegado.
Por todo esto... y mucha más frases de de autoestima y convencimiento que se me ocurren a cada minuto... os digo como el niño que en el episodio piloto de la gran serie de los 80 "Superhéroe Americano" le dijo al prota: "¡No lo haces bien... no lo haces bien... tienes que dar 3 pasos y luego saltar hacía adelente"
Nunca dejéis de intentarlo... volar está al alcance de vuestras manos... solo tenéis que superar los primeros "batacazos" y perderle el miedo a lo desconocido...
Al pasar la barca
me dijo el barquero
las niñas bonitas
no pagan dinero.
Yo no soy bonita
ni lo quiero ser
tome usted los cuartos
y a pasarlo bien.
Al volver la barca
me volvió a decir
las niñas bonitas
no pagan aquí.
Yo no soy bonita
ni lo quiero ser
las niñas bonitas
se echan a perder
Como soy tan fea
yo le pagaré
¡Arriba la barca
de Santa Isabel!
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