Pequeño texto que leí ayer en la ceremonia de boda de mi hermano
Rafa (Bubu)
El
esposo “Ponme como un sello sobre
tu corazón, ponme en tu brazo como sello. Que es fuerte el amor como la muerte” (Cantar de Los Cantares, Canto Séptimo,
vers.6-7)
--------O--------
Quiero
acabar esta ceremonia dando gracias al AMOR;
sin fronteras, sin paréntesis, sin limitaciones.
En
primer lugar, y por la parte que me toca, al amor tan grande, inexplicable y
casi sobrenatural que vincula un hermano
con otro.
Ese
tipo de amor fraternal es increíble; comparable al mejor seguro de vida que la
mejor compañía de seguros te pueda ofrecer, pero ni éste le llega a la suela de
los talones a la protección, comprensión, cercanía y empuje que un hermano
aporta siempre a otro. Eso es el amor entre hermanos, una distancia cercana, un
silencio lleno de palabras, un abrazo de los que se te graban en la memoria y
al que te acoges siempre que lo necesites. Mi hermano me ha enseñado con gestos
inolvidables el valor y el compromiso desinteresado de la sangre que nos une.
Doy gracias a Dios todos los días por tener los hermanos que tengo.
Por
otro lado, está el amor que nos hace
querer compartir nuestras vidas en pareja, el de Rafa y Ana. Compartir nuestros
sentimientos, victorias, derrotas, alegrías, penas, hijos, días y noches. Ese
tipo de amor, por más libros que se hayan escrito sobre él, es, por tratar de
describirlo, el estado más puro y bello en el que una persona se puede sentir.
Nunca podrás decir que estás completo como persona si no has amado y te has
sentido correspondido
.
El miércoles pasado, ya bien entrada la noche, los observé subir mi calle
mientras él la acompañaba a su casa. Cogidos de la mano, con andar gracioso, y
tras haber pasado una noche amena y cálida cerca de los suyos, subían como si
fuera su primer verano de romance, sus primeros meses, sus primeras calles a
oscuras. Han pasado muchos años ya desde que el amor se les entrecruzara en el
ambiente y les quemara de forma agradable, y veo que aún conservan las alas de
sus primeras salidas como pareja, de sus primeras risas, y sus primeras miradas
de complicidad. Sentí la envidia sana más grande del mundo en ese momento,
porque soy un fiel defensor del mejor de los regalos que la vida nos ofrece,
que es amar y sentirse amado. FELIZ VIDA. GRACIAS Ana por enamorarte de mi
hermano; ¡GRACIAS RAFA por enamorarte de
Ana! ¡GRACIAS AL AMOR!
¡GRACÍAS!
2 comentarios:
El amor es "algo" tan grande que para enaltecerlo no es necesario que te lo den de vuelta, lo único realmente importante es sentirlo (aunque si te lo dan de vuelta mucho mejor).
¡Cómo me emocionaste y cómo me emocionado ahora a leerlo ! Gracias hermano
Publicar un comentario