¡Qué jartura ya, este invierno, de fríos, mocarreras, tos, tiritones, y lluvia!
Vemos un rayo de sol y salimos raudos a que nos pegue en la espalda.
Hace años que instauré, junto con mis amigos, el previo café rural consistía y consiste en ir de aldea en aldea de las colindantes con Alcalá La Real a tomar un cafelillo a la vez que nos pega el sol en el lomo. Y así hemos rodado por Ventas Del Carrizal (donde los ex-dueños de un bar "ingleses" nos acogieron con mucho cariño y nos hicimos muy amigos), La Rábita, Castillo de Locubín, Frailes, La Pedriza, Ribera Alta, Ermita Nueva, y así muchos más.
Pero hay uno en cuestión que es nuestro predilecto, el Bar Cano. Llegamos sobre las cuatro, nos pedimos nuestro café, y nos lo sacamos a los bancos de la plaza que hay justo delante suya, junto a la iglesia de Santa Ana, y allí, al sol, se está de muerte... reímos, respiramos, y echamos unos minutos de oxigeno y relajación brutales...
Y así después del previo café, tiramos "pal café de la tarde", propiamente dicho, en el Casablanca, donde nos sentamos y ya echamos un rato más distendido de cafés, tés fríos, alguna partidica de cartas, y nuevas risas y churreteos!!!
2 comentarios:
¡Churreteos, sobre todo churreteos!
Raptame cuando vayas a esos sitios!
Habrá pocas cosas que me gusten más que tomar café al sol...
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