martes, 26 de octubre de 2010

"Lo ha mamao"



"Lo ha mamao":
Es una expresión popular para describir cuando alguien ha visto o hecho algo desde pequeño, normalmente porque sus progenitores, o parientes cercanos, tienen esa labor o costumbre; está relacionado con la habilidad y buen hacer de un acto.

El otro día, en un gran almacén para mayoristas, vi a una muchacha de más o menos mi edad con un carro de esos pesados de metal y chapa, típicos de esos almacenes, cargándolo a más no poder y con un genio y un nervio que usaba la joven que me dejó alucinado, es más, comencé yo a cargar más rápido y más concentrado al verla a ella.
Al llegar a la caja, ella estaba delante mía y estuve apunto de preguntarle para donde iba todo esa carga, ya que conocía a la muchacha de vista y no la asociaba con ninguna tienda. Me dio un pelín de apuro hacer una pregunta tan directa y me esperé a que se fuera, y le pregunté al encargado de la caja, que lo conozco ya de hace años.
Me dijo el nombre de la muchacha y me contó que estudió arquitectura o algo así, pero que, al morir su padre hace un par de años, decidió quedarse con la tienda por la que éste tanto había luchado.

En seguida se me hizo un nudo en la garganta al ser un tema que afecta a mi entorno familiar y lo tengo estos días en plena ebullición.
Mi padre se jubila en tres o cuatro meses, después de cuarenta años con una tienda de alimentación de esas de las de toda la vida. Ya durante el último año, a inicios, tengo un bombardeo de clientes, de las de siempre, insistiendo en que nos quedemos los hijos con la tienda, que es un negocio bueno, que a ellas les gusta el estilo y la forma tradicional y cercana con que las trata mi padre, ¡qué sigamos, qué sigamos nosotros, qué sigamos...
Yo llevo "arreganchao" a la tienda los últimos 5 años más o menos, todas las mañanas, y la verdad es que, aún sabiendo que es un negocio muy rentable para una familia, y conociendo ya bastante bien a las clientes de diario, sus gustos, sus caprichos, y su forma de ser, aún me veo a años luz de los entresijos de una tienda de alimentación tradicional; Por ejemplo: llega la época de la matanza y la gente llega a mi tienda y le dicen a mi padre: "Antonio voy a matar 2 cochinos de unos 150 kgrs. cada uno, a ver que es lo que necesito" - y mi padre ya les sabe indicar la cantidad de cebollas que tienen que usar, las cantidades de la amplia variedad de especias que hay que usar en los aliños y preparación del embutido; todo ello añadiendo también el arroz que va implícito en una matanza familiar para comer todos juntos el fin de semana, la caja de mantecados, el aguardiente, y otras cosillas. Pues así, miles de cosas, "guisos" de hermandades, reuniones de amigos, celebraciones de patrones en las aldeas que le encargan que les prepare unas bandejas de embutidos, etc.

Todo eso es lo que en las supermercados modernos se pierde. A mi me encanta escucharlas, a las clientes y cada vez más a los clientes también, cuando se intercambien recetas y truquillos de cocina y cuando le preguntan a mi madre como se hace tal o cual receta.

Bueno, no me enrollo más, concluyo diciendo que aún así, aún sabiendo que es productiva y tradicional y son agradables sus gentes y la forma de llevar la tienda. Un punto que pesa en contra es lo esclavo que tienes que ser de ella. mi padre echa más horas que nadie, abre el primero, cierra el último y trabaja incluso los domingos por la mañana. Pero lo que quería decir es que no "la he mamao" tanto, tanto, tanto, como creía para poder coger el toro por los cuernos y seguir de lleno con el negocio familiar.


5 comentarios:

Begoña dijo...

Madre mia que panza de reir nos hemos pegao tu madre, tu prima y yo en el sofa de tu casa, las lagrimillas se nos caían.

Rafa Álvarez dijo...

Es que... tela marinera, creo que me atribuiré el privilegio de decir que poca gente puede entenderte como yo. Además, me encanta que nuestros padres sean tan amigos, son como los miembros de una misma cadena, jejeje, una cadena de esfuerzo continuo día tras día, de ser dos (dos en cada tienda, jeje) en la tienda y la tienda en dos, de currar contra viento y gitantes (...) , de ser catedráticos del comercio, de la atención personalizada, especímenes extraños en un mundo de tiendas cada vez más impersonales... Son instituciones vivas. En fin... Sólo sé que el día que pase por tu tienda y la encuentre cerrada me temblará el corazón, y el día que demos el pestillo a la mía... No quiero ni pensarlo. Para los que hemos tenido negocio familiar es muy especial, yo creo que tengo más recuerdos sucedidos en mi tienda que en mi propia casa.
Pero bueno, qué narices, cuando cierren que disfruten. Que se lo han ganao, y mucho!!

A mi manera dijo...

Hola Raúl, mis padres también tuvieron una tienda familiar, más o menos como la de tu padre. Me encanta lo que escribes, es como la vida misma

CINEXIM dijo...

Quizás tampoco te llene al 100%, no sé, igual hablo por hablar.Lo que también creo es que cuando el negocio es tuyo cambias el chip y creo que no te da pereza echarle horas al asunto.


Un abrazo!!!


PD1:Me niego a ver el remake de Déjame Entrar, pero el de The Ring me parece superior!!!
PD2: ¿así que ya has estado dos veces en USA? qué suertudo!!!

Begoña dijo...

Despues de leer el comentario de Rafa, me han entrado la llorera, y es que como dice hemos vivido mucho en esa tienda,toda una vida viviendo en ese ambiente, es así, el día que pase y la vea cerrada o con otros dueños, no sabré como actuar.Tengo una imagen fija en mi mente, la de mi padre en la tienda haciendo de psicólogo de muchos , mi madre compartiendo con las clientas la receta que iba a hacer ese día para comer y mi abuelo "PadreRafael" en la puerta con sus dos metros de altura disfrutando de lo que su hijo hacía. Son cuarenta años viviendo día a día los días buenos y los malos y solo me queda el sabor de los buenos. Papá te lo mereces.