Habitación 201. El espejo y mi silencio. |
Segundos, horas, días,…
Dejar que esos espacios de tiempo,
enumerados por el ser humano,
se sustenten sin pretensiones
en un lago espeso de aceitesaún por descubrir.
Tus señales, rojas.
Tus indicios, erróneos
Mi optimismo, “ahostiable”.
Mi pasión, deshinchada.
Tu reloj de arena, fangoso.
Tu movimiento,
pues eso,
es TU movimiento
Nuestro mundo “pin-balleado”.
Nuestras idas viajan en un abrazo infinito.
Nuestras vueltas bajan entre agujeros cuantificables
de premios de paciencia e interrogantes.
Nuestras baldosas siguen sin ser de color.
Nuestras almas se alejan de aquel mago al que todos buscan.
El plural de nuestro sentido se teje con puntadas de incertidumbre.
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