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| Bernardino de Siena organizando la hoguera de las vanidades |
¿Cúantas Maria(s) Ruskin tendremos alrededor? (man / woman who cares!)
Golpean, hieren, huyen,... vuelven a la fiesta, volviendo a pisar con sus tacones de aguja al portero que las recibe en el vestíbulo. Carcajean con estruendo, sin ni siquiera haber entendido el comentario, de la persona "influyente", flanqueada por una decena de borregos con olor a caviar y Channel Nº 5, que se haya en medio de la fiesta.
Alguien yace aún desatendido y con dos costillas rotas en algún rincón oscuro de la ciudad, pero "la realeza" tapona de nuevo tus oídos y barniza de nuevo cualquier intento de ablandamiento del noble pedazo de madera que habita donde una vez, hace muchos muchos años, tenías un corazón.
Tu tortilla nunca dará la vuelta. Larry Kramer nunca se enterará de tu deshumanismo exacerbado. Nadie verá los daños en tu auto. No habrá hoguera para tu vanidad.
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| The Fire of Rome, 18 July 64 AD |
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