lunes, 22 de marzo de 2010

El Creyente Iconoclasta


Como hemos podido comprobar YA ESTAMOS EN PRIMAVERA, y no sólo se altera la sangre, también lo hace, y mucho, el calendario lúdico festivo-cultural.

Sin ir más lejos, el viernes próximo (Viernes de Dolores) comienza la Semana Santa y, durante estos días previos, ya hemos podido observar algunos traslados de "imágenes" u objetos venerados por las distintas cofradías, hermandades, o como cada una se nombre, por cambios de "hermanos mayores", lugares de rezo o adoración, preparatorios para el día que les toque salir en Semana Santa. (la imagen de la foto es del domingo pasado subiendo el Ecce - Homo, creo, por la Avenida de Andalucía)

Pues, esta mañana, tomando el café, unos de los titulares de nuestro pequeño espacio en uno de los periódicos provinciales, era ese; Las dificultades que pasó la procesión esa debido a la lluvia.

El motivo por el que ayer tomé esa foto fue porque me dio durante unos minutos, mucho que pensar. El porqué de la gente iba mojándose detrás de un cuadro y unos estandartes tapados con plásticos. Qué clases de gente era. Intentando comprender sus inquietudes, sufrimientos, ilusiones o agradecimientos a esa hermandad, a ese cuadro en concreto, para con el cual se sentían en la obligación de corresponder con su devoción.

En mi familia, por tradición, de siempre hemos sido muy de cofradías, hermandades, actos religiosos y esos maquillajes externos que llevan las creencias de cada persona.
Pero yo, al cabo de los años, influenciado tal vez por los estudios de los distintos filósofos, estudios de biología y geología (que explican bastante en profundidad el porque de la vida y sus alrededores) y mi propio gusanillo interno instándome a indagar todo lo posible en las actitudes, personalidades y pensamientos de los que me rodean, han hecho que en cierto modo, asocie "las creencias religiosas" y los distintos actos que las rodean con el mayor o menor nivel cultural, y académico de quienes la practican o no. Asociando la sujeción o seguimiento de una fuerza divina invisible y todopoderosa a la incapacidad de explicar ciertos males, desconocimientos, o fenómenos de la naturaleza que nos rodea.

Sin mucho más que exponer sobre este asunto, y deseando que haya quedado más o menos clara mi postura ante la fe religiosa, y el seguimiento y participación que conlleva implicarse en dicha fe, os remito a que disfrutéis como os de la gana, las vacaciones de Semana Santa, los que la tengáis, y ... "¡QUE LA FUERZA OS ACOMPAÑE!"



6 comentarios:

THESLF dijo...

Bueno nunca llega uno a comprender los porques de los actos y seguimientos personales.

La vida nos enseña una cosa, agarra aquello que te llene de paz y olvida lo que puede hacerla perder.

El miedo y el desconocimiento es algo innato y este es más llevadero en compañía, cuanto mayor sea la comuna, más seguro te encuentras.

A pesar de las relativas realidades estudiadas y publicitadas vía educación, no hay ninguna concreción al respecto.

Yo me quedo con la salvaguarda histórica de unos acontecimientos, que seguro fueron impuestos por algún tipo de interés, y este debo pensar que es más noble y humanamente menos doloroso de dar a conocer la vida en sí.

Las escrituras, te pintan un desastre total, y aún así las rechazamos, ¿por qué?, pueda que no queramos reconocer la verdad, pues no es grata y si cruel.

Recuerda amigo Raúl, que un Cura ya no impone y quizás nunca impuso, solo el rebaño se dejo arrastrar y aún así en la gran mayoría de los casos, no se presta atención a los avisos, que son eso, avisos.

Soy cristiano por devoción humana y por que no?.

Nadie podrá rebatir jamás estas circunstancias y por motivos claramente lógicos de desconocimiento.

Cada cual que crea en lo que le plazca.

Yo creo en todo y en nada.

Salud Raúl.

ruyelcid dijo...

Gracias Kike. Aún así soy partidario de que con la cultura, se va perdiendo el miedo a los desconocido, y siendo uno más fiel a sus principios sin necesidad de ayudas "celestiales".

Rafa Vera dijo...

Teniendo en cuenta que una de las principales fuentes de empleo de Alcalá ha sido y es Condepols y Derprosa, es normal que se venere al plástico.

Nono Vázquez dijo...

Dices bien que la mayoría somos creyentes o "veneradores de santos" más por una cuestión familiar que cultural o religiosa. Dices también bien que las estampas que representas preludian la primavera, aún cuando en Alcalá la climatología se empeña en alargar el invierno. Es a veces el desconocimiento el que propicia el estupor de muchos cuando presencian estos actos religiosos, culturales o tradicionales a pesar de todo. Los andaluces hemos llegado a ver con envidia cómo unos cuantos chalados vestidos de blanco corren delante de seis mihuras y unos catorce mansos y lo consideramos absolutamente divino; admiramos la belleza de ninots y fallas que, incomprensiblemente, son pasto de las llamas en Valencia por San José. Nos quedamos embobados con Halloween o el desfile de San Patricio... pero no comprendemos la Semana Santa, y tenemos que analizarla. Y no creo que sea cuestión de más o menos "nivel cultural", porque los hay (yo, por lo menos) burros muy burros seguidores de la Semana Santa y grandes estudiosos refinados y poseedores de numerosos títulos universitarios (algunos de ellos en la rama de Humanidades), que se jactan de ser cofrades... El mundo es así de grande y complejo. Ojalá fuera tan fácil reducirlo todo a eso, pero desgraciadamente creo que ahí no vamos encaminados. Solución: no existe. Esto lleva toda la vida repitiéndose, y muchos cuchichean en las esquinas cuando nos ven, como yo lo hago de los que se van a pescar o a correr por los carriles un día de lluvia... Lo dicho; no tiene enmienda.

La Fábrica de Lápices dijo...

En mi más humilde opinión:
Las religiones no son malas, malas son las interpretaciones que se les dan.
Malo es el que una persona las acoja y con ellas dicte normas y conductas.
Malo es que las personas hagan estandarte de sus creencias.
Mala es la intolerancia, tanto del que cree como del que no.
A mí me gusta la Semana Santa porque me gusta el Arte ( las tallas suelen ser increibles ), y me gusta la Historia ( aunque sea religiosa ) y comprendo la Fé de la gente, pero no comprendo ni comparto lo que hay detrás, ese tufillo de incongruencias que se dan cuando la moral va por un lado y la religión por otro.
Me perdone quien se pueda sentir ofendido.

mariapán dijo...

Y qué quieres que te diga yo de todo esto...uffffffffffff uffffffffff ufff