sábado, 11 de noviembre de 2023

Luciérnagas de metal reían mi llanto.

 









Foto: Lourdes Siles.

No hubo más de dos frases;

Una preguntaba afirmando

Otra negaba esclareciendo.

Alguien levantó el castigo a mi pena.


No sé por qué me quedé observando.

Ni mirada atrás ni arrepentimiento,

Tan solo velocidad y puñales

 manchados de excusas al atardecer.


Mis pulmones, cascadas secas en selvas inexistentes

Mi mente; mi mente no entró en esta ecuación unidireccional

Mi corazón está sentado en el banquillo de los culpables

Tú, fuiste un pronombre inventado.


Jamás mis palabras pintaron tampoco.

Nunca supe significar mis silencios.

Me quedé mirando tus últimos metros mientras....

luciérnagas de metal reían mi llanto.


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