Esta mañana no estabas.
Insensible, plano, callado e impasible.
Indiferencia absoluta.
¿Está el abismo acostumbrándome a sus lagos?
¿Está mi corazón agarrado a una pelota azul de Nivea
flotando entre orillas de mierda ajena?
No estás.
Y como, ando, bebo, respiro y escribo sobre tu ausencia.
¡Cuánta mentira en frases aprendidas por naturaleza!
¡Qué pronto olvidé las palabras que vendí a tu alma!
No estás (y yo hace tiempo que tampoco)
No estás y mi reloj se sincroniza con mi indiferencia.
Ya no estarás.
Y volveré la mirada hacía el vacío.
Dudando de tu atemporal existencia.
¿Te creé? ¿Me creaste?
¿Seré yo el que no soy?
Sé que soy porque te escribo.
Tu ya no estarás (nunca exististe)
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