Y otra noche más que me desvelo... a mi productor de sueños le da mucha rabia por que sabe que aún podría haber metido una o dos historias aleatorias más en mi mente, pero siempre le condiciono "los estrenos" a la profundidad real del verbo dormir.
Me apetecía ver, por lo mucho que lo han destacado en medios de comunicación, el discurso del chef José Andrés por su reciente premio Princesa de Asturias a la Concordia. y la verdad es que es un fenómeno. Me encanta leer o ver cosas los domingos por la mañana que me hagan llorar de emoción y esta ha sido una de ellas. Acabando el discurso con frases como: "Alimentemos al mundo de esperanza, construyamos mesas más largas"
Este tipo de discursos de personas que luchan, que se esfuerzan y alcanzan, pero siempre con los brazos abiertos, siempre más dando que recibiendo, me recolocan en la llanura de mi gran comodidad, de mis preguntas y respuestas en la tranquilidad del sofá o mirando a través de la ventana.
Debería nadar algo más, alejarme de la tranquila orilla de conformidad en la que me muevo, hacer más por mi y sobre todo hacer más por los demás. Hacer por los demás que necesiten ayuda en todos los sentidos; poco puedes hacer por aquellos de verdades absolutas y egos con mayúsculas tan grandes que aún no se han inventado.
Por eso, antes de levantarme hoy de la cama, barajaba varías posibilidades tempraneras: leer, ver algún capítulo de Los Soprano, o irme directamente a tomar una tostada a un bar de esos con solera y canas ya de tanto escuchar a los psicólogos de sol y sombra.
Leer si he leído porque mientras habría el portátil y retiraba algunos libros que siempre pululan por mi escritorio mirándome con pena para ver si interactúo con ellos, he encontrado el XXVII Premio Local de Poesía Arcipreste de Hita (2005) y le he echado un buen ojo. Aun no somos conscientes del mucho arte local que nos rodea, y Enrique Hinojosa Baca es de esas personas tocadas por la varita de las musas de las letras y demás artes que, gracias a Zeus, últimamente estoy conociendo bastantes por estas tierras fronterizas.
Concluyendo y no me extiendo más, que lo único que pretendía era soltar un poco los dedos delante del teclado y así cumplir con mi pauta de escribir algo cada fin de semana. Tengo que andar más, con determinación, sin giros sobre mi propio eje, aprendiendo de los que dejo a cada paso, de los que andan conmigo y de los que aún me quedan por conocer. Desenvenenándome de los que vuelan alto sin aprender del pobre Ícaro y del hostión que pegó por la fragilidad de sus alas y rodeándome, en la medida de lo posible, de gente que me haga crecer, que me haga querer ser mejor persona.
Me queda tanto por hacer, tanto por ver, aprender, escribir y besar.
¿Te vienes a andar
" Vamos a andar
Matando el egoísmo
Para que por lo mismo
Reviva la amistad"
(Silvio R.)
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