"WISH-CON-SIN"
Minutizo las horas e invisibilizo los intermezzos hasta que llega el fin de semana.
Sonrío sin dolor el sábado a las dos. Mis pulmones bombean personalidad cargada de naturalidad y otras gastronomías internas. Comienzo un bombeo de figuras de colores luminosos cargadas de vida y exentas de egoísmo y prejuicios. Como si nuestras camisetas fueran luces moradas de esas que atraen a los bichitos nos buscamos cuando nos sentimos cerca, nos abrimos el corazón para que palabras que geográficamente no decimos se digan. Se nos van desinflando las venas de la pesadez de cordura social. Hablamos de nuestros “yos”. Nos regalamos palabras de frente, de esas que tu falso yo en redes sociales copia-pega de “autoayudantes mundiales”. Bebemos autoestima y masticamos los hielos del día a día que nos engrandece.
Esas figuras de colores, con nombres y apellidos, nos solemos buscar o las casualidades de la vida nos hacen coincidir a sabiendas de que habrá electricidad sin cortes entre los invitados a brillar en ese momento.
Gracias X, Y o Z por entremezclar afinidades. Gracias a lo novedoso y directo. Gracias por tu timidez (que no es verdad). Gracias por buscar tesoros sin espejos en tiempos donde otros solo buscan virtualidad dorada. Gracias por disfrutar cada bocado, cada sorbo, mancharte de espuma sin importar su graduación, por abrir los ojos cuando te hablan de dentro hacía afuera. Por enseñar a vivir, por halagar a los que viven sin meter más letras sucias entre esa maravillosa palabra, VIVIR. Gracias por subir, por bajar, por entremezclarte sin alturas. GRACIAS por reír junto a mi hasta que nos duelen los mofletes.
Gracias viento por traer luciérnagas sin interruptor de apagado.
Gracias vida por compartir tus significados.
Gracias a ti que estás apunto de llamarme para tomar una cerveza…. (ya estás tardando; no te arregles que vamos bien como somos)
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