Desencajando |
Cemento blando en exceso.
Agua estancada de lágrimas no derramadas.
Hormigoneras apagadas de sentimientos.
Paredes medio acabadas por escasez de humanidad.
No es verdad que el tiempo te haga más fuerte,
No creo en la resistencia absoluta de la materia prima.
No imagino un plano marrón de ladrillos sin brotes verdes.
No estaré mirando mientras el lobo sopla desde el otro lado.
Peonzas giran a mi alrededor;
desatadas, libres arriba y abajo,
fuertes, capaces de chocar y esquivar
pasionales, vivas, coloridas, cercanas.
Baldosas sin límites
pobladas de bailaores de chotis infinitos.
Habitaciones abiertas al abrazo y la razón
relojes de goma se estiran para que pases.
Construcción inacabada,
de casas de humo y rosas
silencio infinito entre esbozos de un falso plural
habitantes sin hábitat.
Raúl Góngora
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